Los glóbulos blancos o leucocitos juegan un papel muy importante para mantener el cuerpo sano y libre de infecciones. Es la última línea de defensa del cuerpo cuando la piel y otras partes del cuerpo no han podido evitar que los alérgenos o las bacterias penetren en el cuerpo. Se mueven por el cuerpo en busca de virus, hongos y bacterias. Cuando detectan cualquier organismo extraño, lo atacan y lo destruyen antes de que pueda causar algún daño al cuerpo y causar enfermedades. Hay varios tipos de glóbulos blancos, cada uno con diferente función y modo de ataque. Algunos destruyen las células infectadas mientras que otros atacan y destruyen el organismo que causa la infección. Cualquiera que sea el método que utilicen, el objetivo final es el mismo.
Dado que la función de los glóbulos blancos es atacar y destruir los organismos que causan enfermedades, muchos tienden a pensar que tener un recuento de glóbulos blancos ligeramente elevado es bueno. Bueno, esto no podría estar más lejos de la verdad. Un recuento de glóbulos blancos ligeramente elevado no es un problema en sí mismo. Sin embargo, sí significa que hay un problema subyacente que debe ser atendido. Este problema puede ser un trauma, alergia, inflamación, estrés o infección. Esta es la razón por la que es necesario investigar más a fondo un recuento de glóbulos blancos ligeramente elevado. De hecho, si tienes un número elevado de glóbulos blancos, debes consultar a un médico.
Entonces, ¿cómo sabes que tienes un recuento alto de glóbulos blancos? Bueno, la única forma definitiva y precisa de saberlo es haciéndonos la prueba. Las personas que tienen un recuento elevado de glóbulos blancos tienen una afección conocida como leucocitosis. Normalmente no presenta ningún síntoma y como tal puede pasar desapercibido. La cantidad específica de recuento alto de leucocitos varía de un laboratorio a otro. Sin embargo, la regla general es que el recuento de glóbulos blancos por encima de 10.500 en un microlitro de sangre en adultos se considera alto, mientras que entre 4.500 y 10.500 está dentro del rango normal. Y dado que un recuento alto de leucocitos es un síntoma de un problema subyacente, es posible que experimente síntomas asociados a ese problema. Las personas con un recuento elevado de leucocitos pueden experimentar una combinación de sangrado, hematomas, pérdida de peso, desmayos, fiebre y dolor general.
Hay varias razones. El primero son las infecciones. A medida que los virus o bacterias que causan infecciones aumentan y se multiplican en la sangre, la médula ósea produce más glóbulos blancos para destruir la infección. La infección puede causar inflamación, lo que provoca un aumento en el recuento de leucocitos. La leucemia, un tipo de cáncer, también puede hacer que el número de glóbulos blancos se dispare. Las células leucémicas no suelen ser funcionales y aumentan el número de glóbulos blancos.
Otras causas de un nivel elevado de glóbulos blancos son los trastornos del sistema inmunológico, el estrés y el tabaquismo. El punto clave a recordar es hacerse la prueba siempre en el momento en que sospeche que los glóbulos blancos están elevados.